lunes, 3 de diciembre de 2012

Dulce Navidad

Llegó Diciembre, con él las luces y los olores por las calles. El Portal de Belén y el Árbol de Navidad inundan las casas. Aun recuerdo aquellos años cuando la inocencia estaba dentro de mí, donde esperaba ansiada la llegada de los Reyes Magos, le dejaba leche y galletas para que se las tomarán después del largo viaje desde Oriente. Montar el portal de Belén se convertía en una verdadera hazaña, no faltaba ni un solo detalle, ni uno solo. Esas figuras reflejaban a los habitantes de Belén, el pastor, la mujer lavando en el río, río hecho de papel de aluminio, e incluso la hoguera hecha de palos que tenía una luz naranja imitando las llamas. Esas casas con tejados rojos hechas de corcho. Cientos de especies de animales, bueyes arando, un burro enganchado a un molino de agua, cabras por encima de las piedras, patos en el río.. Y para hacer un bonito paisaje estaban los musgos, las picas y el aserrín que días anteriores íbamos a buscar al campo, y las palmeras para hacer el oasis donde los camellos bebían... 
Qué recuerdos! El Árbol de Navidad con bolas de todos los colores, luces en forma de campanillas, adornos con formas graciosas y esa estrella arriba del todo...

Este año tengo ganas de echarme una manta por encima, arrimarme a una candela y comer, comer, comer miles de cosas ricas. Compraré mercancía suficiente para pasar estas navidades, para pasar todos los días hasta que lleguen los Reyes Magos! 





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