domingo, 26 de julio de 2015

Si quieres correr, hazlo con tus pies.

Tras varios días ocurriendo, no lo podía dejar pasar. Resulta que llevo varios días yendo al trabajo, casi después de seis meses y tras mucho pensar "este cruce es peligroso", "pocas cosas pasan aquí", ya no puedo más. Estos días me ponen la carne de gallina y es que cada vez son mas las personas inocentes y las no tanto que se sacan el carnet de conducir, que conduce un coche y ponen en sus manos el futuro de los demás conductores y la sociedad. Me da rabia, coraje o algo así parecido a todo esto. Yo, en ocasiones, veo una señal de 40 y voy a 70, pero es que la vía te lo permite (o eso creo), si no hay cruces, si es recto y no aparece ninguna entrada de vehículos poco visible, no entiendo el porque no ir a 70. Soy infractora de tráfico, al igual que todos los demás, pero lo que realmente no comprendo, es la persona que, además de ya ir a 70, tiene los cojones o el higo (porque lo hacen tanto mujeres como hombres) de adelantarme en linea continua. ¿Qué pretenderán? ¿llegar antes? ¿tenéis prisa? Siempre se ha dicho "si tienes prisa, sal antes", y es una gran verdad, pues poner a prueba la ruleta de la vida para que algo ocurra por no querer llegar tarde al trabajo, o alguna cita o por simple placer de la velocidad. No lo entiendo. Soy de las que si hay que ir a 100, se va, de las que si hay que ir a 40, quizás he ido a más, si a 70, voy a 75, todo depende de las circunstancias y conduciendo con cabeza. Pero la única linea continua que sobrepaso es cuanto tengo que esquivar una bici o algo estacionado en el arcén. Esto es algo que pasa seguramente desde que se inventó la rueda, el automóvil, así que no soy nadie para intentar solucionar esto ahora, de la noche a la mañana. El fin principal de este post es desahogarme y dejar reflejado algo que ocurre y todos miramos hacia otra parte, rezando siempre con que nuestro coche no toque en esa ruleta de la vida y tengamos algún percance. 
Pero si algo bueno saco de todo esto, es el placer de que alguien me adelante, en línea continua, se salte un semáforo que acaba de ponerse en rojo y que pretende correr. Yo a 70, cuando debería ir a 40 km/ hora (no es que esté orgullosa de esto último) y parando para que los peatones crucen, todo ello para que justo vaya detrás de ese coche que tanto corría. Pues al final pones tu vida y la de los demás en peligro sin necesidad. 

ATT. Una conductora novata, o ya algo menos, con cada vez más miedo de ponerse al volante. 

Como estamos ya acercándonos a Agosto, mes por antonomasia de las vacaciones de todo el mundo, lanzar un mensaje de precaución, conducción sin prisas ni presiones. Y para ponerle fin, un poco de humor, que es lo que debería primar en la conducción, allá va...




domingo, 19 de julio de 2015

Iker, sólo hay uno.

Veo este vídeo y me emociono. No entiendo de fútbol, no entiendo del Real Madrid, no entiendo de pelotas, lo que si entiendo cuando las personas lo hacen bien, en su despedida, merecen un homenaje. Homenaje que solo ha sido recibido por parte de sus compañeros, fans, no fans y conocidos. Ningún homenaje a la altura de su posición. Iker, el gran Iker, tu te mereces todo, que la vida te vaya bien. El ser humano vive en un altibajo de emociones y esta vez te ha tocado sufrir. Espero que sepan aprovechar tu espíritu humano y futbolista por donde quieras que vayas...

domingo, 12 de julio de 2015

"No eras para mí"

Nuevo descubrimiento, musicalmente hablando. Aunque he de decir que no es nuevo del todo, pues hay canciones que me suenan, que me gustan y que me se. Carlos Rivera, tu nombre ya lo escuché pero con "No eras para mí" llegas y te quedas en mi corazón, de por vida...

"Cuantas veces intentamos, encontrar una razón, para alejar los pasos de camino del adiós. Cuantas veces disfrazamos, la rutina del amor, y olvidamos que mataba poco a poco al corazón. Se quedará en el ayer. Cada lugar donde te amé.. y para que seguir pintando, de color un cielo gris, si ya todo se ha nublado y hay que partir, mejor suelta ya mi mano, ya no hay nada que fingir. Nuestra historia ha terminado y entendí, que estaba tan equivocado , tu no eras para mí, yo no era para ti."


domingo, 5 de julio de 2015

¿Mala suerte o destino?

No quise añadirlo a la experiencia del viaje, no, me negué. Prefiero quedarme con lo bueno, dejar lo malo o, mejor dicho, lo no tan bueno para un post a parte. Quedará como aprendizaje, como experiencia y nada más. 

Resulta que aquel viaje pintaba mal desde antes de salir. Tres días antes, mala con fiebre y gripe. Pastillas, jarabes, pastillas.. para curarlo cuanto antes, tenía tres días y a base de sopas, manta, cama y descanso fui recuperándome poco a poco. El día antes al viaje continuaba con fiebre. No podría estar pasándome esto a mí, a mí que lo llevaba organizando desde octubre, cuatro meses antes de la fecha del viaje. Todo organizado, bus, hotel, concierto, recorridos con todo lo que ver. No podía ser verdad esto que me ocurría. Pero vaya que si lo era. Los dos días anteriores ya me fui haciendo a la idea de que no iría, la fiebre no bajaba de 38 grados y me iba a ser imposible ir. Lo que más lamentaba, el concierto y el dinero ya invertido que no podrían devolverme. Pero sobretodo, el concierto. 

El mismo día del viaje, me levanté pronto para ver si el termómetro me decía "puedes ir en paz, tu fiebre no existe", pero no, en vez de eso me dijo tu fiebre ha bajado asique tu decides. Y decidí ir. En dos horas hice la maleta, me preparé un mini picnic, una ducha y a coger el bus. La segunda decepción, llegué a la parada del bus y los zapatos, los únicos zapatos que llevaba se me despegaron, medio rotos estaban ya. Menos mal que siempre tengo a mano pegamento instantáneo, con el que todo arreglo e hicieron el milagro. A medio día estaba en la ciudad, recorriendo sus calles y sin ganas ninguna pues estaba mala, la fiebre estaba desapareciendo pero aún tenía mal cuerpo. Ya el sábado por la mañana estaba más animada, tenía más ganas de recorrer sus calles y esa noche sería el concierto. Pero como no hay dos sin tres, la tercera decepción llegó, concierto anulado por indisposición del artista. Las ganas, el ánimo se me vino al suelo, no tenía ganas de nada, solo de dormir y volver a casa. 

Al día siguiente cogí el autobús de regreso a casa, tras un fin de semana muy deseado y no tan aprovechado. Todo fue perfecto, bueno todo, todo exceptuando la fiebre y el concierto anulado. Nada ha sido perfecto, tan solo ha sido. Ha sido un viaje, nada perfecto pero tampoco imperfecto. La ciudad era espectacular, cada uno de sus rincones era un monumento. 

Y así, es como hay que creer en el destino. La mala suerte solo está en quienes creen en ella. Si las cosas pasan son por algo. A aprender de las experiencias y para la próxima a volver a decidir...