sábado, 21 de febrero de 2015

50 Sombras de Grey

Tras leer muchas opiniones, tanto de personas que han visto la película pero no leído ningún libro, como de quienes si lo leyeron y vieron la película, iba preocupada al cine para verla. Preocupada por si me gustaría o no, por qué pasaría por mi cabeza al verla. 

Después de algo más de dos horas de película, salí de la sala con las ganas de hacer mi propia opinión, pues me he leído los libros y he visto la película. Por ello, y porque existe la libertad de expresión, voy a relatar lo que creo que pasa, lo que le está pasando a las personas que la ven:

- Quienes no se han leído los libros, no sabían lo que realmente se cocía en la trilogía a pesar de que le hayan contado por encima el argumento. Por tanto, en cuanto ven escenas de sexo duro, las cuales son "leves" en la película, ponen el grito en el cielo. Es una película, nadie en sus cabales y sin ambos consentimientos pienso que haría cosa así. Entonces ¿por qué no disfrutar de la película? ¿invadirse del argumento y dejarse llevar?

- Los que han leído el libro, saldrán quizás con la sensación de que el sexo duro que aparece relatado, se convierte en sexo "blando", y que la omisión de alguna información adicional, deja la historia poco exquisita. Pero siempre se ha dicho, lo diré y lo dirán que un "libro vale más que mil películas". La opción a imaginar, a creer no puede ser comparada con la visión. Imposible. 

- Y, por último, en mi opinión, el libro que más me gustó fue el tercero. El primero era mucho, o quizás bastante, sexo, muchas especificaciones que sinceramente subía el calor corporal de una mientras lo leía. Pero si es cierto que lo que se comenta en un libro, la cantidad de detalles hasta hacerte entrar en la propia historia, no puede ser contada en una película. Lo que piensan los personajes solo un libro puede contártelo, en la película lo tienes que sospechar. Conforme leía los libros, fue afianzándose la relación entre Anastasia y Grey, fueron cediendo cada uno dentro de sus posibilidades hasta conseguir encontrar el equilibrio. Claro está que habrá que esperar a las siguientes películas a ver si siguen dando guerra y que miles de lectores y cineastas plasmen sus opiniones. Si me tengo que quedar con algo, me quedo con el amor. 

Viva el amorr!!!

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